Es sangre, no granizo,
lo que azota mis sienes.
Son dos años de sangre :
son dos inundaciones.
Sangre de acción solar,
devoradora vienes,
hasta dejar sin nadie
y ahogados los balcones.
Sangre que es el mejor
de los mejores bienes.
Sangre que atesoraba
para el amor sus dones.
Vedla enturbiando mares,
sobrecogiendo trenes,
desalentando toros
donde alentó leones.
El tiempo es sangre. El tiempo
circula por mis venas.
Y ante el reloj y el alba
me siento más que herido,
y oigo un chocar de sangres
de todos los tamaños.
Sangre donde se puede
bañar la muerte apenas :
fulgor emocionante
que no ha palidecido,
porque lo recogieron
mis ojos de mil años.
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MIGUEL HERNANDEZ
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Oeuvre Ahmed Ben Dhiab